Barrio de Eras

El Barrio de Eras se desarrolló como una extensión natural del núcleo de Anguiano. Aunque no tiene un estatus oficial como barrio en términos administrativos, Eras ha forjado una identidad propia, influenciada por su papel en la vida agrícola del pueblo. Las antiguas eras eran lugares esenciales para el trabajo en el campo, donde se realizaban actividades como la trilla del grano, que era fundamental para la subsistencia de los habitantes.

Este barrio también cuenta con una historia religiosa importante, ya que desde el siglo XVI albergó una ermita dedicada a Santo Tomás, erigida en 1551. Sin embargo, su ubicación exacta es incierta hoy en día, y solo queda el recuerdo de su presencia en las crónicas locales. Eras también es hogar del Mirador del Encinedo, desde donde se pueden disfrutar de unas vistas panorámicas inigualables del entorno natural de Anguiano y del río Najerilla, que serpentea entre las montañas.

Este barrio, a pesar de su carácter agrícola, ha sabido desarrollar una comunidad con personalidad propia, marcada por la convivencia en armonía con la naturaleza y las tradiciones más antiguas del pueblo.