Naturaleza
En lo más alto de la Sierra de Urbión, donde el paisaje se vuelve agreste y el silencio solo lo rompe el viento entre las rocas, se esconden las Lagunas del Urbión, uno de los rincones más bellos y sobrecogedores del Alto Najerilla.
Estas lagunas se encuentran a más de 2.000 metros de altitud, en el límite entre La Rioja y Soria, rodeadas de pinares, praderas alpinas y crestas rocosas. La más conocida es la Laguna de Urbión, situada a los pies del Pico Urbión (2.228 m), el punto más alto de la sierra. Pero no es la única: también destacan la Laguna Larga, la Laguna Helada o la Laguna de los Patos, cada una con su propio encanto.
Estos espejos de agua de origen glaciar, formados hace miles de años, se reparten entre cumbres y laderas, rodeados de praderas alpinas, pinos silvestres y formaciones rocosas que parecen esculpidas por el paso del tiempo. La presencia del agua, tranquila y cristalina, contrasta con la dureza del terreno, creando una estampa única que cambia con cada estación: verdes intensos en verano, ocres en otoño, blancura total en invierno y un estallido de vida con la llegada de la primavera.
Las lagunas, silenciosas y solitarias, transmiten una sensación de pureza que invita a la contemplación. Están envueltas en un entorno natural de alto valor ecológico, formando parte de la Red Natura 2000 y están dentro del Parque Natural de la Sierra de Cebollera (en su vertiente riojana). Habitadas por especies tan emblemáticas como el águila real o el buitre negro, y forman parte de un paisaje protegido por su riqueza y singularidad. No son solo un destino para los amantes de la montaña, sino también un lugar donde desconectar, respirar hondo y dejarse llevar por la inmensidad de la naturaleza. Las Lagunas del Urbión representan la esencia más salvaje y auténtica del Alto Najerilla, un espacio que permanece casi intacto, esperando ser descubierto con respeto y admiración.
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En el Alto Najerilla, la naturaleza susurra y los pueblos te cuentan sus historias. Respira hondo, pisa tierra viva y siente lo auténtico
Julio Grande